La Tienda Azacán acoge hasta el próximo dos de mayo la exposición “¿Nos vamos de Fiesta? Fiestas tradicionales de Castilla y León” realizada por José Antonio Montenegro, un apasionado de la fotografía que ha mezclado en este acontecimiento la etnografía y la festividad de cada tierra. “Se trata de un recorrido por las fiestas tradicionales de Castilla y León; he recorrido todas las provincias de las que esta Comunidad se compone”, ha explicado.
Más de un año de trabajo con el que Montenegro ha conseguido recoger algunos de los momentos más importantes de aquellos pueblos que tienen tanto que ofrecer, como la Fiesta de los Quintos en Mijares (Ávila), las recreaciones históricas de Astorga (León), la Semana Santa de Aliste (Zamora) y la Fiesta de la Vendimia de Arlanza (Burgos), entre otros.
Reconoce que ha sido una experiencia muy bonita, “los residentes de los pueblos pequeños se sorprendían un poco, les agradaba que se tuviera interés por las fiestas de su pueblo, te acogían muy bien, se acercaban a preguntarte cuál era el trabajo que estabas realizando y, en el momento en el que les explicabas la idea, les gustaba”. Para José Antonio esta situación no sólo le ha llevado a practicar una de sus mayores aficiones, la fotografía, sino que también le ha permitido conocer las raíces de cada zona, a sus gentes y sus costumbres, llegando a disfrutar como si se tratase de un vecino más; “confieso que me lo pasé muy bien”, asegura.
Una vez realizado el trabajo, afirma que tenía muy claro que quería exponerlo en la Tienda Azacán, situada en el Barrio de Delicias de Valladolid. “Es una Asociación en la que te facilitan toda la labor; me muevo por el mundo del Comercio Justo, lo que significa que compartimos los mismos valores; conozco su actividad, su labor social y sus proyectos; y también lo hice por la calidad del espacio, es un sitio de barrio pero muy acogedor”.
Por lo tanto, todos aquellos que quieran trasladarse a distintas zonas de la comunidad castellanoleonesa, solo tienen que acercarse hasta la calle Carmelo de la ciudad bañada por el Pisuerga, donde no solo se puede disfrutar de una buena exposición que te acerca a todas aquellas personas que disfrutan de su tierra, sino que también te invitan a ser solidarios y a empatizar con el mundo que nos rodea.